Pocos se atrevieron en ese entonces a tocar este polémico tema por lo que no se llegó a una conclusión satisfactoria y aun hoy, que ya hace 19 años, muchos nos seguimos preguntando "¿quién fue el verdadero asesino de Luis Donaldo Colosio?". Ocurrió el 23 de marzo de 1994 a las 5:12pm , tras asistir a un mitin en un lugar llamado Lomas Taurinas en Tijuana; ya estaba por terminar el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, otro de los misterios fue, ¿por qué se eligió ese lugar para asistir al mitin? si, lógicamente, aparecía un alto grado de inseguridad y todo ello fue una sugerencia de Jaime Martinez Velóz, entonces un subdelegado de SEDESOL a Guillermo Hopkins, subcoordinador de logística de la campaña. Aquí les dejo el video acerca del asesinato y el discurso que, según dicen, "lo condenó a muerte":
Colosio se presentó a los habitantes para ganar votos aunque antes ya se había presentado a dar un discurso antes, incitando la famosa frase "yo tengo un sueño", de Martin Luther King después de su distanciamiento del presidente, se había recibido órdenes del PRI de no llevar demasiados policías para "no dañar la personalidad de Colosio" según se afirma. Colosio dijo sus últimas palabras frente a una agradecida multitud que lo aclamaba por ser el único presidente que sería leal a su gente según sus discursos él estaba asegurando que si ganaba las elecciones ese año, cambiaría por completo la estructura del orden político, un distanciamiento por completo del PRI y según se cree que eso no le pareció en nada al entonces presidente de México nada más y nada menos que, la rata orejona de Carlos Salinas de Gortari, uno de los famosos "Tecnócratas" que vendrían a cambiar por completo a México calmando el hambre, ayudando a los más marginados con su "proyecto solidaridad" en donde lo único que provocó fue agrandar la deuda externa y marginar más a nuestro país, en fin....
Terminado su discurso se arribó a la multitud para saludar a la gente que cada vez le cerraba más el paso, Colosio se alejaba cada vez más de los pocos guardias que lo acompañaban y solo se alcanza a captar desde la cámara de un policía a un revólver que se apresuró a la cabeza de Colosio y a la vez un fuerte disparo le impactó en el cráneo, unos segundos más se escucho nuevamente otro que le atravesó por la parte del abdomen, el único sospechoso fue un jóven de 20 años de edad, supuestamente llamado Mario Aburto, él declaró haber sido culpable del acto y el asesinato quedó como caso cerrado en el año 2000 .
Con seguridad podríamos decir que Colosio hubiese sido entonces el próximo presidente y el único que se ocuparía de derrumbar los planes de Salinas, quien se había distanciado de Colosio en una reunión priísta; lo más lógico fue que, primero: no era conveniente que hubiese alguien que pudiera derrumbar la dedocracia del PRI y tal vez hasta pueda ser que Colosio ya supiese lo que Salinas traía en manos y por eso resultó su muerte y, lógicamente culparon a alguien que no tuvo nada qué ver, Mario Aburto, porque es muy fácil poner en práctica que este jóven, un campesino semianalfabeta, que sólo terminó la primaria y le iba muy mal económicamente a su familia, tanto, que ni pudieron pagar a un abogado en su defensa. Después se dieron cuenta de que había dobles de Aburto. La persona que llevaban como Mario Aburto el mismo día del homicidio no se parece a el Mario Aburto que presentaron preso al día siguiente, cuando le interrogaron nuevamente dijo que no recordaba nada porque le habían dado de beber una sustancia extraña. Después de varias investigaciones se cayó en la conclusión de que Mario Aburto fue un asesino solitario pero, en sí, nadie estuvo satisfecho con esta declaración. También hay pruebas de que Salinas de Gortari acusa a Luis Echeverría y luego Luis Echeverria acusa a Salinas de Gortari. El gobierno privó de muchas libertades a Mario Aburto, faltando así a los derechos humanos y, aun así, nadie pudo hacer nada. Hasta hoy en día sigue preso y según sus declaraciones fue torturado para aceptar el crimen y su familia sigue siendo acosada por el gobierno. Su padre, Rubén Aburto, sigue tratando de que alguien le haga caso en cuanto a reabrir el caso pero ninguno de los últimos presidentes lo ha tomado en cuenta.